La iniciativa se implementó para ser respondida entre el 2 y el 8 de mayo en diversas carreras de la casa de estudios, con el fin de favorecer mejoras en el aula dentro del período lectivo.
A inicios de mayo comenzó a implementarse un piloto masivo el proceso de Evaluación Intermedia PUCV (EVIN) en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, iniciativa impulsada por la Vicerrectoría Académica y ejecutada por la Unidad de Mejoramiento de la Docencia Universitaria y Aula Virtual, con el objetivo de promover mejoras en el aula mientras se desarrollan los cursos de este semestre.
La EVIN es un compromiso institucional, alineado con el actual Modelo Educativo y el Marco de Cualificación de la Docencia Universitaria, cuyo cuestionario ha sido modificado y enriquecido en virtud de la participación docente y estudiantil, que incluyó como elemento orientador los lineamientos de la Comisión de Estudio del Sistema de Evaluación de la Docencia Universitaria.
La EVIN busca entregar información acerca de la percepción de los estudiantes sobre la calidad de la docencia, a mitad de semestre, posibilitando que el docente pueda oportunamente tomar decisiones para mejorar o reorientar sus prácticas (Seldin, 1997; Keutzer, 1993).
Juan Pablo Lobos, coordinador del proceso, valoró el inicio de la EVIN y la participación de la comunidad universitaria. “Luego de un trabajo comprometido con diferentes estamentos de nuestra universidad, se aplicó de la Evaluación Intermedia, denominada EVIN. Esta acción se desarrolló en formato piloto masivo y contó con la participación de un grupo importante de docentes y estudiantes, además del apoyo de los equipos profesionales de la UMDU-Aula Virtual y la DSIC”.
“Ha sido un gran esfuerzo y compromiso con la mejora de los procesos educativos que se desarrollan en nuestra casa de estudios y una oportunidad para reflexionar sobre el proceso que sucede al interior del aula. Actualmente, el protagonismo lo tienen las y los estudiantes que de manera anónima están respondiendo la EVIN. Es nuestra esperanza que este proceso vaya logrando mayor y mejor participación con el objeto de que el proceso de enseñanza y aprendizaje se fortalezca”, resaltó.
Opinión de estudiantes
Desde el punto de vista de las y los estudiantes, las valoraciones han sido principalmente positivas, destacando especialmente la posibilidad de poder mejorar algunas prácticas pedagógicas durante el semestre en caso de que fuera necesario.
Aracely Marengo, de tercer año de Educación Parvularia, comentó que la EVIN puede contribuir a que las y los profesores adquieran otra perspectiva sobre las clases. “Encuentro que es bueno porque así se van escuchando las opiniones de los mismos estudiantes al momento de evaluar. Así los profesores pueden tener otro punto de vista con respecto a su labor. Hay un apartado que hablaba de la actitud del profesor frente a sus alumnos y eso es bueno porque a lo mejor puede revertir su conducta y mejorar la disposición en el aula. Fue fácil de responder”, indicó.
Isidora Céspedes, de cuarto año de Educación Básica, señaló por su parte: “Encuentro excelente porque la evaluación debe ser continua en distintas etapas del año para tener retroalimentaciones. Creo que la mejor forma de saber cuál es el aprendizaje ideal, en dónde estamos y qué nos falta para llegar a lo que la Universidad espera. Poder reflexionar sobre el accionar y las prácticas que tenemos como estudiantes y así poder acortar las brechas de aprendizaje en todas las asignaturas que tengamos. Que sea a la mitad del semestre permite que el docente cambie sus prácticas pedagógicas si es que fuera necesario”, dijo.
Finalmente, María José Ramírez, también de cuarto año de Educación Básica, puntualizó que “me parece bien siempre y cuando se tomen en cuenta las respuestas que tenemos (…) Siento que las preguntas que se hacen, sobre todo al final de la encuesta, permiten una reflexión personal en torno a cómo nosotros nos estamos manifestando en el desarrollo del curso”.
Ayskée Solís H. – Vicerrectoría Académica